Como cada sábado son varias las personas que acuden a la Casa de Granada, en el corazón de la capital de España, para disfrutar bailando tango gracias a 'La milonga del centro'. Este, sin embargo, no es un día cualquiera.

A pocas horas de que River Plate y Boca Juniors se enfrenten en la final de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu, un ambiente especial palpita en la capital española.

Están, por supuesto, los habituales. Gente de todas las edades que disfruta con pasión y una sonrisa en la cara, practicando pasos con quien se preste voluntario mientras el entrañable Marcos Iaffa hace sonar la música. El escenario, un salón decorado con fotografías de la ciudad granadina o de paisanos ilustres como el poeta Federico García Lorca.

Pero en esta ocasión, además, se han unido al evento invitados especiales. Es el caso de la Compañía de Danza sin fronteras, formada por bailarines con y sin discapacidad, que impresiona a los presentes con su espectáculo.

Protagonistas de coreografías inimaginables, forman parte de ella entre otros Mariano Landa y Pablo Pereyra. Ambos se enfrentan en una especie de duelo sobre la pista, metáfora del futbolístico que mantienen fuera de ella. Porque Mariano es de Boca y Pablo de River.

"Hay química porque bailamos tango. Pero cuando llegamos a la cancha dejamos todo de lado, él es del River Plate y yo del Boca Juniors. Fuera de la cancha, amigos. Dentro de la cancha... Pero es como el tango, necesitamos del otro. Nosotros necesitamos del otro para ganar", explica Mariano.

Pablo, por su parte, opina: "Creo que el fútbol y el tango son una pasión compartida. Tienen esa cosa de barrio donde nos unificamos, crecemos, compartimos valores, respeto. Creo que se parecen mucho en ese aspecto".

"Somos parte de una compañía que viaja mostrando los valores de la igualdad de las personas. Creemos que todas las personas somos iguales, bailamos iguales. Necesito del otro para poder identificarme y si eso no lo entiendo, no entiendo nada. Es lo que pasa en el fútbol. Si no entiendo al otro para poder jugar, no entendí nada", apunta.

La velada cuenta asimismo con un rostro ilustre, Rodolfo Ruiz. El dueño de 'NeoTango', una prestigiosa firma que fabrica zapatos especializados para ejecutar el característico baile argentino, se encuentra de paso en Madrid a fin de presenciar en directo el partido que decidirá quién es el club campeón de Sudamérica. Aficionado del River Plate, visitar la milonga es para él una buena manera de superar la tensión previa.

"Falta muy poco, estamos contando los minutos. Esperemos que para celebrar pero también para que sea una fiesta y que no vuelva a haber problemas como hubo en Argentina", comenta en declaraciones a EFE.

"El tango y el fútbol están en el corazón, son esencia argentina. El botín de fútbol ahora está más estandarizado. El zapato de tango es más artesanal, tanto el de mujer como el de hombre. El proceso es mucho más complejo", explica sobre las diferencias entre calzados.

Posteriormente acepta salir a la acción vestido con la camiseta de su equipo. Melina Lagazio, que lo ve, decide aceptar el reto y enfundarse ella también la elástica del club de sus amores. La del Boca Juniors. Y juntos acercan sus cuerpos dejando de lado la rivalidad, dibujando una imagen que muchos jamás creerían si se la contaran.

Mientras, de fondo, el resto de los presentes se mueven con precisión casi milimétrica. Dicen los que entienden que esta es una de las mejores milongas en tierras madrileñas y que en esta ocasión el nivel es muy alto. Tanto, afirman, que se disfruta más viendo a los otros desde fuera que practicando.

Pasa la noche, se desvanecen las fuerzas y a cuentagotas todos se van marchando de manera discreta. La dulce melodía, que contrasta con el ruido de tambores que ha tronado por las calles durante toda la jornada, se apaga. El descanso antes de la gran batalla.

EFE